viernes, 13 de noviembre de 2015

ARGUMENTO











De: La Palabra del Mudo, Antología, Julio Ramón Ribeyro.

Los personajes de este cuento son: Martín, hombre de edad, dueño de la librería, Feifer escritor extranjero, que había trabajado en Pilsen y fue asesinado de un bastonazo en una estación de Praga, el narrador no identificado con espíritu coleccionista.
El eje temático de este cuento es la casualidad, el azar, que se manifiesta en la sucesión en una serie de hechos en la vida del autor, que es el personaje principal, que es atrapado en una serie de vivencias nuevas que se encadenan desde el momento en que por ese algo del destino encuentra una insignia de plata con unos extraños símbolos, participa de una serie de conferencias, es reclutado y puesto a prueba con una serie de ordenes del jefe de la orden, después de cumplirlas es ascendido de cargo y llega a ser él, el que dirige la orden, dando charlas y sin saber el por qué o cómo de todo lo que le había sucedido.

jueves, 12 de noviembre de 2015

PRESENTACIÓN

BIENVENIDOS A MI BLOG:

¿Por qué escribo? Para crear, sin otro recurso que las palabras, algo que sea bello y duradero. 
Julio Ramón Ribeyro

INTEGRANTES:
- Lizbeth Mileidy Yllanes Mamani
- Caroline Nicole García Bastidas
- Claudia Isabel Sivincha Cueva
- Maria Carina Asto Condori
- Karina Huayta Quispe
- Angie Mariela Nina Llacho


VIDA Y OBRA DEL AUTOR

JULIO RAMÓN RIBEYRO

(31/08/1939 - 04/12/1994)



Considerado uno de los mejores cuentistas latinoamericanos.
Perteneció a la generación del 50 Vanguardia- Realismo Mágico Urbano.
Escribió en los géneros de: novela, cuento, ensayo, teatro, diario y aforismo.

Nace el 31 de agosto de 1939 en Lima Perú.
Estudió Derecho y letras en la PUCP.
En 1948 publica su primer cuento vida gris, en la revista correo bolivariano.
En 1955 publica en París su primer libro, "Los gallinazos sin plumas."
En 1959 gana el premio nacional de teatro en la obra "Vida y pasión de Santiago el pajarero."
En 1960 publica su primera novela "Crónica de San Gabriel", gana el premio nacional de novelas.
En el Perú se le concede el Premio de Novela del Diario Expreso (1963)por su novela "Los geniecillos dominicales."
En 1973 publica "La palabra del mudo I y II."
En 1974, se le detecta cáncer, producto de su adicción al cigarro.
En 1977 publica "La palabra del mudo III."
En 1983 gana el premio nacional de literatura.
En 1992 publica "La palabra del mudo IV" y "Tentación del fracaso" I y II.
1993 gana el premio Nacional de Cultura.
1994 obtiene el premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulo. Ese mismo año el 4 de diciembre muere.
1995 sale publicado "Tentación del fracaso III." 



GUIÓN TEATRAL

"LA INSIGNIA"
Julio Ramón Ribeyro


GUIÓN TEATRAL.

ESCENA 1:
  •  Personaje: ¿Qué es eso? (se agacha, recoge el objeto y lo frota contra la manga de su saco) mmm… ¿Una insignia de plata?, ¿pero qué son estos signos tan incomprensibles? ¿latín?, ¿griego?, ¿romano?, ¡no, ya sé, quizás sea hebreo! , bueno (guarda el objeto en su bolsillo y mira su reloj) wau, ¡ya es muy tarde!, ¡tengo que regresar a casa!
Su vida era cotidianamente normal, como la de cualquier otro hombre a su edad, hasta que un día…
  •  Personaje: ¡Hoy tengo que llevar toda la ropa a la tintorería, pronto tendré un compromiso y no quiero estar poco presentable para la ocasión!


ESCENA 2:                                                                                                                                (tintorería)
  •  Dependiente: ¡Buenos días señor!, ¿En qué le puedo ayudar?
  •  Personaje: (sonríe) ¡Muy buenos días! La verdad necesito dejar en sus manos este saco y espero que lo dejen como nuevo, como ¿a qué hora estará listo para pasar por el?
  • Dependiente: No se preocupe señor, ya verá usted que quedará como nuevo, confié en nosotros, nuestro prestigio nos certifica como la mejor tintorería de la ciudad y puede pasar por el a las 3 de la tarde.
  • Personaje: confió en ustedes, a esa hora estaré por aquí.
Cinco horas después de encargar el lavado de su saco en la tintorería, él regresa a la hora indicada.
  • Personaje: Muy buenas tardes, ya estoy aquí y he venido a confirmar las buenas recomendaciones que me dieron con este lugar.
  • Dependiente: Tenga señor, aquí está su saco, como nuevo, así como usted lo quería.
  • Personaje: La verdad quedo sorprendido con su trabajo, y pues ¿cuánto es lo que le debo?
  • Dependiente: Son S/.19,80.
  • Personaje: Gracias (le entrega el dinero y se dirige hacia la salida).
  • Dependiente: ¡Espere! Se me olvidaba, encontramos esto en uno de sus bolsillos, ¿es de usted?
Mirando fijamente el objeto y a la vez con desconcierto, asintió con la cabeza y decidió usarlo, después de su rescate inesperado. Aquí empieza realmente el encadenamiento de sucesos extraños que lo acontecieron.

ESCENA 3:

Mira su reloj, eran las 3:30 de la tarde y decide ir a comprar un libro que necesitaba.
  •  Personaje: Aún es temprano, creo que por aquí encuentro una librería y puedo comprar algún libro interesante, en caso de que no encuentre lo que estoy buscando.
Empezó a sentirse incómodo, pues sobre él recaía una intensa mirada desde el ángulo más oscuro de la librería por parte del dueño, aún así decidió repasando las añejas encuadernaciones.
  • Librero: (Se acerca con un tono de complicidad, entre guiños y muecas) – ¡Aquí tenemos libros de Feifer!
  • Personaje: (lo mira intrigado, pues no preguntó por dicho autor)
  • Librero: ¡Feifer estuvo en Pilsen!
  • Personaje: Okey, gracias.
  • Librero: ¡Debe usted saber que lo mataron. Sí, lo mataron de un bastonazo en la estación de Praga! (se retira a su lugar y permanece en silencio)
  • Personaje: ¿Cuánto esta este libro de mecánica?
  • Librero: Son 36 soles.
  • Personaje: (se retira pensativo y desconcertado).
Durante algún tiempo estuvo razonando sobre el significado de dicho incidente, pero como no pudo solucionarlo acabó por olvidarlo.
Él caminaba por una plaza de los suburbios cuando un hombre menudo, de faz hepática y angulosa, lo abordó intempestivamente y le dejó una carta entre sus manos. 

  • Personaje: (leyendo la carta) Segunda sesión: martes 4, calle Esperanza B-10.

ESCENA 4:

Varios sujetos extraños que merodean y tienen insignias iguales. Se introduce en el círculo y le estrechan la mano con gran familiaridad. En seguida ingresan a la casa señalada y en una habitación grande toman asiento. Un señor de aspecto grave emerge tras un cortinaje y, desde un estrado, después de saludarlos, empieza a hablar interminablemente sobre los  recuerdos de niñez hilvanados con las más agudas especulaciones filosóficas, y a unas digresiones sobre el cultivo de la remolacha fue aplicado el mismo método expositivo que a la organización del Estado. 
  • Presidente: (charla confusa) muy buenas tardes, hoy es un hermoso día para tomar buenas decisiones importantes en nuestra vida, a mí desde niño me interesaba mucho el arte...

Finaliza pintando unas rayas rojas en una pizarra, con una tiza que extrajo de su bolsillo.Cuando termina, todos se levantan y comienzan a retirarse, comentando entusiasmados el buen éxito de la charla.
  • Personaje: ¡Sí!, estuvo muy interesante, realmente una de las mejores charlas que he escuchado en toda mi vida, es impresionante como relacionaba cada idea, manteniendo la importancia que les quería dar unas a otras.
       El disertante hace una señal para que se acercara.
  • Presidente: (desconfiado) Es usted nuevo, ¿verdad? 
  • Personaje: (dudoso) Sí, tengo poco tiempo.
  •  Presidente: ¿Y quién lo introdujo?       
  • Personaje: (titubeando)Estaba en la librería de la calle Amargura, cuando el...
  • Presidente: ¿Quién? ¿Martín?
  • Personaje: Sí, Martín.
  • Presidente: ¡Ah, es un colaborador nuestro!
  • Personaje: Yo soy un viejo cliente suyo.
  • Presidente: ¿Y de qué hablaron?
  • Personaje: Bueno... de Feifer.
  • Presidente: ¿Qué le dijo?
  • Personaje: Que había estado en Pilsen. En verdad... yo no lo sabía.
  • Presidente: ¿No lo sabía?
  • Personaje: No - replicó con la mayor tranquilidad.
  • Presidente: ¿Y no sabía tampoco que lo mataron de un bastonazo en la estación de Praga?
  • Personaje: Eso también me lo dijo.
  • Presidente: ¡Ah, fue una cosa espantosa para nosotros!
  • Personaje: En efecto fue una pérdida irreparable.
    Mantuvieron una charla ambigua y ocasional, llena de confidencias imprevistas y de alusiones superficiales, como la que sostienen dos personas extrañas que viajan accidentalmente en el mismo asiento de un ómnibus.
  • Personaje: mi operación de las amígdalas…
  • Presidente: (con grandes gestos) la belleza de los paisajes nórdicos…
  • Presidente: Pero antes de que se retire, como usted es nuevo en la organización permítame dejarle un encargo que espero cumpla con suma responsabilidad tráigame en la próxima semana  una lista de todos los teléfonos que empiecen con 38.
  • Personaje: Prometo cumplir lo ordenado y, antes del plazo concedido.
  • Presidente: ¡Admirable! -exclamó- Trabaja usted con rapidez ejemplar.  Ahora tiene que conseguir una docena de papagayos. Será enviado a una ciudad de provincia a levantar un croquis del edificio municipal. También se ocupará de arrojar cáscaras de plátano en la puerta de algunas residencias escrupulosamente señaladas.Además tiene que escribir un artículo sobre los cuerpos celestes.Luego de todo eso adiestre a un menor en gestos parlamentarios. Llevará estas cartas y espiará a diferente mujeres.    
     De ese modo, poco a poco, fue ganando cierta consideración. Al cabo de un año, en una ceremonia  emocionante, fui elevado de rango.
  • Superior del círculo: Ha ascendido usted un grado, (lo abraza efusivamente).
  • Personaje: (breve alocución, en la que se refiere en términos vagos a su tarea común)  -aclamado con estrépito.
      ESCENA 5:
  •   Prima: ¿Qué estás haciendo?
  •  Personaje: estoy fabricando una gruesa de bigotes postizos pues había recibido dicho encargo de mi jefe.
  •  Prima: ¿Para qué los bigotes, te volviste loco?
  •  Personaje: Este… No lo sé
  • Prima: Tienes que hacerte  revisar por un alienista, pues tu  conducta no es precisamente la de un hombre sensato.
  • Personaje: Cada cierto tiempo asciendo más de grado y aún no sé de qué se trata esta organización tal vez sea una secta religiosa o en una agrupación de fabricantes de paños.
  • Presidente: Llevas tres años en esta organización y es momento que realices un viaje en el extranjero. 
  • Personaje: (dirigiéndose al público)Fue un viaje de lo más intrigante. No tenía yo un céntimo; sin embargo, los barcos me brindaban sus camarotes, en los puertos había siempre alguien que me recibía y me prodigaba atenciones, y en los hoteles me obsequiaban sus comodidades sin exigirme nada. Así me vinculé con otros cofrades, aprendí lenguas foráneas, pronuncié conferencias, inauguré filiales a nuestra agrupación y vi cómo extendía la insignia de plata por todos los confines del continente. Ahora regreso, después de un año de intensa experiencia humana, y aún sigo tan desconcertado como cuando ingresé a la librería de Martín.
  • Integrante del círculo: (entra y sale)Muy buenas tardes señor presidente.
  • Personaje: (dirigiéndose al público) Han pasado diez años. Por mis propios méritos he sido designado presidente. Uso una toga orlada de púrpura con la que aparezco en los grandes ceremoniales. Los afiliados me tratan de vuecencia. Tengo una renta de cinco mil dólares, casas en los balnearios, sirvientes con librea que me respetan y me temen, y hasta una mujer encantadora que viene a mí por las noches sin que yo la llame. Y a pesar de todo esto, ahora, como el primer día y como siempre, vivo en la más absoluta ignorancia, y si alguien me preguntara cuál es el sentido de nuestra organización, yo no sabría qué responderle. A lo más, me limitaría a pintar rayas rojas en una pizarra negra, esperando confiado los resultados que produce en la mente humana toda explicación que se funda inexorablemente en la cábala.